LOS NOMBRES DE DIOS MUESTRAN SU AMOR POR NOSOTROS
Dios responde a varios adjetivos conforme cada época y sus obras, por ejemplo:
Jehová Jireh: “el señor proveedor” o “el señor mi proveedor”.
Jehová Nissi: “el señor es mi bandera” o “el señor es mi estandarte de guerra”,
Jehová Tsidkenu: “señor justiciero” o “mi señor de la justicia”.
Ahora bien, sabemos que la existencia de Dios sobrepasa toda razón y entendimiento. No obstante, Dios por su propia naturaleza de amor y bondad se manifiesta proporcional y progresivamente a las capacidades y necesidades de sus hijas e hijos.
En este sentido, los adjetivos de Dios se correlacionan directamente con aquellos atributos de su personalidad divina, es decir, el carácter de Dios; y con aquellas herramientas espirituales que contribuyen a mantener y reafirmar nuestra fe, y con las cuales debemos estar equipados frente a las situaciones adversas que se presentan en nuestra vida.
Estos adjetivos que nos muestran a Dios desde sus cualidades son parte de su perfección característica que posibilita le denominemos de diferentes formas. El nombre propio y personal de Dios derivado de: "Yo soy el que soy y seré." Recordemos…Dios existe per se. No depende de nada, ni de nadie para Su existencia. Este nombre concuerda con lo que Dios dice acerca de Sí mismo– tanto de quién es, como también de lo que hace.
Éxodo 3:14 —Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Amós 5:8- Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre.
ROI
El Dios que nos ve
¡Ten certeza de la presencia de Dios en tu vida!
Nuestra frase de apertura parece simple en su lectura, compleja en la praxis.
Las dificultades y obstáculos para tener certidumbre de Dios en nuestra vida se presentan, por ejemplo: cuando estamos inmersos en las banalidades del acontecer diario, preocupados por situaciones que, si bien no se demerita su trascendencia; nos impiden disfrutar la omnipresencia de Dios y de las maravillas que nos ofrece precisamente para que aquella sea mejor.
Lo anterior puede ser resultado del desconocimiento de que ante situaciones complejas podemos descansar en él, en nuestro Dios, pues él, con su infinito amor jamás es inconsciente y cuanto menos desconocedor de lo que nos acontece. Acá converge también un tema de fe, pero esa es otra historia…
Nuestro Señor conoce los deseos, anhelos, necesidades, pensamientos y sentimientos que inundan nuestro ser, además, sabe de primera mano cómo fue nuestro pasado, qué acontece en nuestro presente y qué devendrá para nuestro futuro.
Esto es muestra de su naturaleza omnisciente por la que conoce de todas las cosas reales y posibles para sus hijos e hijas que tanto ama, por ende, Dios en su infinita sabiduría siempre tiene un plan para nosotros: un plan perfecto. Un plan del que probablemente seamos testigos y lo entendamos a largo plazo.
Lo expresado exige paciencia y, precisamente: “descanso en Dios”, pues aparte de que todo lo ve, lo hace con AMOR… ¡¿qué mayor confort para el corazón?!
En la biblia, en el libro de Génesis aparece uno de los nombres que se le da al Señor como: El-Roi, que significa "El Dios que me ve". Recordemos … Agar llamó al Señor de tal manera junto al pozo de agua en el desierto “Beer-lajai-roi” que significa: "pozo del Dios que me ve".
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo:
¿No he visto también aquí al que me ve?
Génesis 16:13
El pasaje anterior deviene de la historia de una mujer embarazada, Agar, que se encontraba huyendo. El texto bíblico nos narra que fue por causa de su rebeldía hacia su señora Sarai que esta la había presionado para que huyera fuera del campamento de Abraham. Muchas personas como Agar hoy se encuentran en problemas no porque sean víctimas de las situaciones, sino por causa de sus decisiones … Ahora, Agar estaba en el desierto, abandonada y en estado de gravidez. Posiblemente Agar ignoraba el hecho de que existía un Dios que la observaba y que conocía las razones de sus problemas y estaba interesado en ella a tal punto que le llamo a aquel pozo: “Beer-lajai-roi” "pozo del Dios que me ve".
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”.
Salmo 139:7-8
Es Dios que nos observa en nuestra manera de vivir, que observa todo lo que sucede en nuestras vidas y ve tanto lo bueno como lo malo que hacemos, sea que lo hagamos en público como en privado. Por tal razón es importante proceder al arrepentimiento si nuestras vidas se han dedicado al pecado ya que todo lo malo ha sido visto por Dios.
Sin embargo, también Dios observa a sus fieles con sumo interés de hacerles misericordia y justicia. En este orden de ideas nuestro libre albedrío recobra fuerza frente a un Dios que siempre nos ve…